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Es hora de hacer un reset, no hay mejor momento, un ciclo está por terminar y otro por comentar. Este es el momento ideal para replantear tu gran propósito y metas, para reencontrarte con tu nueva versión. Tu prioridad máxima debes ser tú misma, haciendo caso a tu intuición, decidiendo quién merece estar a tu lado, valorándote al máximo, y proyectando cómo te quieres sentir para convertir tu camino en el más exitoso, mágico e irreal.
Aquí te cuento de tres actitudes clave que a mi me han servido para convertirme en la mejor versión de mi misma:
- Determina TU SUFICIENTE: Define lo que realmente te haría feliz, no lo que los demás consideran suficiente. Al acotar tus deseos a lo esencial para tu ser, siempre tendrás todo lo necesario. ¡Pero es crucial determinarlo y trabajar en función de ello, no de las expectativas ajenas!
- Sé INQUEBRANTABLE: No dejes que el miedo o un “NO” te paralicen. Úsalos como impulso para seguir adelante con más fuerza. La cima no la alcanza la persona más talentosa o la que lo tiene todo, sino la que nunca se da por vencida. Persevera con valentía.
- Siéntete ORGULLOSA de tu persistencia: Los logros llegan a aquellos que insisten y no cesan en su empeño. No importa si te muestras vulnerable o insistente; la perseverancia es la llave del éxito. Comienza el día centrandote en tus prioridades y no pospongas lo que realmente importa. La realidad es que el día tiene 24 horas, y priorizar tus objetivos te evitará sentir que no has logrado nada.
Recuerda, el éxito no solo se trata de practicar y depositar capital, también implica buscar tu placer y eliminar ese trabajo que no te reporta nada en sentido práctico, físico y espiritual. Disfruta de cada momento y haz que tus planes estén encaminados en convertirte en esa versión exitosa de ti misma que siempre soñaste.