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Una etapa que nos invita a reflexionar, a redefinir prioridades y, sobre todo, a abrazar nuestra esencia con confianza. Inspirándome en los consejos de la ginecóloga Marimer Pérez en Telva, aquí van cinco prácticas que todas deberíamos incorporar desde esta década mágica para vivir con más fuerza, autenticidad y felicidad.
1. Valorar a otras mujeres por lo que son, no por cómo se ven
Es hora de dejar de juzgar por la apariencia y celebrar a las mujeres por su autenticidad, personalidad y logros. Si lleva maquillaje, canas o un look extravagante, ¡qué más da! Lo importante es reconocer la esencia de cada persona. Valorar a las demás nos recuerda que somos mucho más que lo que aparentamos, y nos invita a conectar desde un lugar más profundo y significativo con los otros.
2. Incorporar ejercicios de fuerza en tu rutina
No importa si nunca has levantado una pesa: este es el momento perfecto para empezar. Trabajar tu masa muscular no solo mejora tu sistema inmune y tu humor, sino que también te prepara para un futuro más saludable y activo. Además, el entrenamiento de fuerza es una herramienta poderosa para sentirte capaz y empoderada, algo que todas necesitamos al enfrentar los desafíos de de cualquier etapa.
3. Vivir en el presente y valorar lo realmente importante
Deja atrás las comparaciones con tu versión más joven. Cada arruga, experiencia y aprendizaje te han traído hasta aquí. Nunca vas a ser más joven, hermosa y poderosa de lo que eres ahora. Recuerda, la clave está en valorar tu camino recorrido, tomar decisiones con la madurez y confianza que ahora tienes, y enfocarte en lo que realmente te llena. Ser consciente del presente te permite disfrutarlo plenamente, sin la carga de lo que fue o lo que será.
4. Priorizar tus emociones y dejar que los demás gestionen las suyas
Es momento de entender que no todo gira en torno a ti. Las reacciones de los demás, muchas veces, tienen más que ver con ellos que contigo. Aprende a protegerte emocionalmente y a transitar tus propios sentimientos sin cargar con los ajenos. Esto no solo te dará paz mental, sino que también te ayudará a construir relaciones más saludables y auténticas.
5. Ser amable y compasiva contigo misma
Es hora de ser tu propia aliada. Celebra tus logros, aprende de tus errores y reconoce tu valor. Deja de enfocarte en lo que podrías haber hecho mejor y enfócate en lo que sí has conseguido. Perseguir tus sueños y vivir de acuerdo a tus principios es el mayor regalo que puedes darte. Recuerda: ser compasiva contigo misma no es un acto egoísta, es un acto de amor propio.